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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Las 4 alternativas en la crisis griega; y un análisis descriptivo


EUROPA | GRECIA. Convocatoria de referéndum

Las 4 alternativas en la crisis griega

Javier G. Gallego (corresponsal) | Bruselas / El Mundo. miércoles 02/11/2011

Los griegos tienen ante sí una de las votaciones más importantes de su Historia. Quizá la más trascendental. Deberán decidir si aceptan las condiciones pactadas el pasado jueves por su presidente, Yorgos Papandreu, y los otros 16 líderes de la Eurozona para garantizar la asistencia financiera de Grecia hasta 2014.

Éstas son las alternativas que se presentan ante el referéndum convocado por Papandreu.

1. Papandreu retira la consulta
Los líderes de la zona euro son conscientes del riesgo que entraña un plebiscito y por eso tratarán de convencer a Papandreu de que no siga adelante con su propuesta.
Si Papandreu no convoca el referéndum, el acuerdo pactado la semana pasada en la cumbre de la UE se votará en la Cámara Baja, donde el partido socialista cuenta, de momento, con mayoría. Pero varios diputados han retirado el apoyo al Gobierno y éste ya sólo tiene a su favor a 152 parlamentarios de los 300 que componen el Congreso.
Para medir si el Gobierno tiene el respaldo de los diputados del partido, Papandreu ha convocado un voto de confianza. Si sale adelante, tendrá el refuerzo suficiente para plantear ésta y otras votaciones. Pero si no obtiene el respaldo de al menos 151 parlamentarios tendrá que convocar elecciones.
Ésta es la alternativa que pide el principal partido de la oposición, Nueva Democracia. La formación que lidera Antonis Samaras se opone a someter el acuerdo a una consulta popular, aunque tampoco votará a favor del pacto entre Papandreu y la zona euro en el Parlamento.

2. Grecia vota 'sí' en el referéndum
Si Papandreu salva la cuestión de confianza y sigue adelante con el referéndum, será el pueblo griego quien tenga la última palabra. Diferentes miembros del Gobierno han avisado públicamente de las consecuencias tan importantes que tendrá uno u otro resultado.
El lunes el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, dijo a los griegos que "deben tener en cuenta lo que implica un rechazo del acuerdo" y otros analistas han recordado que una votación en contra llevará a Grecia a la quiebra, puesto que no podrá contar con nuevos fondos de sus socios europeos una vez concluido el primer programa de ayuda.
En cierto modo Papandreu ha lanzado un órdago para tratar de lograr la máxima legitimidad democrática de cara a nuevas e impopulares medidas. Porque si los ciudadanos griegos finalmente aceptan el acuerdo logrado la semana pasada, el Gobierno tendrá la certeza que sus ciudadanos han elegido libremente aceptar nuevos ajustes a cambio de ser rescatados.

3. ¿Y qué pasa si votan que 'no'?
En ese caso, Grecia estaría abocada inevitablemente a la suspensión de pagos total, ya que el país no será capaz de financiarse por sus propios medios en los próximos años y no podrá hacer frente a los vencimientos de deuda.
Ahora mismo Grecia está recibiendo la ayuda de sus socios dentro del primer programa de rescate que se firmó en mayo de 2010. Del total de dinero pactado -110.000 millones- el país ya ha recibido 65.000 y está a punto de obtener los 8.000 millones que desbloqueó el último Eurogrupo. Quedarían, por tanto, otros 27.000 millones disponibles que suponen una pequeñísima e insuficiente parte de todo lo que debe el país.

4. La puerta de salida del euro
Es la alternativa que nadie en Europa quiere imaginarse. De entrada, el simple hecho de rechazar el rescate provocaría un efecto dominó en la gran banca europea y obligaría a los Estados europeos a destinar miles de millones de euros a recapitalizarlos.
Por otro lado, la deuda pública de otros países, como España e Italia, se dispararía hasta unos niveles inasumibles, por lo que éstos dos países requerirían la ayuda pública. Pero, en estas circunstancias, ¿quién sería capaz de rescatar a quién?
El actual Tratado de la zona euro no contempla ni la expulsión de un país de la moneda común ni su salida voluntaria. Pero los tratados pueden modificarse y, en última instancia, un país como Grecia podría romperlo unilateralmente y volver al dracma. En ese caso, recuperaría la capacidad para devaluar su moneda y ganar competitividad hacia el exterior a cambio de un mayor empobrecimiento de sus ciudadanos. Sin embargo, su deuda exterior seguiría contraída en euros y, por tanto, su capacidad de pago sería aún más limitada.
Además, el mayor riesgo está en la Eurozona en su conjunto. Si un país sale del euro se abriría una brecha lo suficientemente grande como para que otros Estados fuesen detrás. Empezando por quienes ya han sido rescatados y siguiendo por otros países presionados por el mercado.
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El referéndum griego reabre la crisis en la Europa del Capital

El anuncio del referéndum sobre el plan de rescate y las consecuencias de un eventual rechazo popular al mismo (salida de Grecia del euro, los problemas para la banca y las deudas de los países...) reabre la crisis de la Europa del Euro que los gobernantes del capital pactaron hace unos días.

Kaos. Internacional y Laboral.Economía | prensa | 1-11-2011 | 4036 lecturas | 66 comentarios
     
Papandreu: "ha llegado la hora en la que el pueblo griego debe decir el gran sí o el gran no"


¿Qué es lo que cuestiona el referéndum? El pasado jueves, a las cinco de la madrugada, los líderes europeos anuncian a bombo y platillo una solución "integral, definitiva" para Grecia. Los mercados reciben las medidas con fuertes subidas. Y sin embargo, Papandreu da un giro dramático al anunciar un referéndum sobre los pactos de Bruselas, que no solo cuestiona la "solución definitiva" para Grecia, sino que pone en jaque el paquete completo: la recapitalización de los bancos, el fondo de rescate (EFSF, por sus siglas en inglés) y la quita pactada con los bancos para Grecia. Todo ello era consecuencia de la crisis griega. Todo ello está íntimamente relacionado: la quita de Grecia exige un nivel determinado de recapitalización, y un tamaño del fondo de rescate para evitar el contagio hacia Italia y España. Y todo ello está en el alero si ganara un no al rescate en Grecia el próximo diciembre, que podría llegar a suponer una salida del euro y, por tanto, una suspensión de pagos desordenada.

¿Cuáles son los motivos de Papandreu? El más inmediato es la búsqueda de legitimidad interna: los sucesivos planes de austeridad impuestos por la UE y el FMI a Grecia han laminado su credibilidad, su apoyo en las calles. Las huelgas y las manifestaciones, a veces violentas, están a la orden del día. Con el referéndum, Papandreu se legitima, aunque no lo va a tener fácil: el 60% de los griegos veían el acuerdo de Bruselas como "negativo", según una encuesta publicada el sábado. En esa misma encuesta, más de un 70% de los consultados apostaban por seguir en la zona euro. Y es esa disyuntiva la que va a explotar el primer ministro griego: un resultado positivo le blindaría ante la oposición, que ya pide elecciones anticipadas. Y, quizá más importante aún, ante su propio partido. El entorno del ministro de Economía y hombre fuerte del Pasok, Evangélos Vénizélos, deslizó que no sabía nada de la propuesta de referéndum hasta que Papandreu la anunció. Y varios parlamentarios amenazan con dejar el grupo socialista y sabotear, incluso, la moción de confianza que debe votarse este viernes. Por último, Papandreu intenta gana poder de negociación ante sus socios europeos. El plan de rescate no está cerrado: hay que negociar aún y tanto la canciller Angela Merkel como otros países europeos reclaman nuevas medidas de austeridad a Grecia. Demasiada presión irritará aún más a los ciudadanos griegos. El referéndum funciona así como un órdago.

¿Puede haber contagio? Los mercados ya se dieron ayer la vuelta para cubrirse ante la eventualidad de que se produzca una catástrofe (esto es, una salida de Grecia del euro y el consiguiente pánico entre los inversores). Italia es la siguiente ficha del dominó: si Italia cayera, sería el fin del euro, según explicó hace unos días el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Inmediatamente después, España. Pero Italia y España son ya piezas mayores. Se supone que ni Berlín, ni París, ni Bruselas ni el BCE (que es quien tiene la llave para frenar ese contagio) van a dejar que el fuego llegue tan lejos. Eso sí, los nervios en Roma están ya a flor de piel: el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Franco Frattini, ha acusado hoy a Sarkozy de alimentar un "ataque especulativo" contra Italia. Son palabras. Pero las cosas empiezan a torcerse cuando empieza una escalada de declaraciones.

¿Para qué diablos sirvió la cumbre europea? El pasado 21 de julio, los líderes europeos salieron con la cantinela de la solución definitiva. Los mercados subieron durante dos días, y al tercero llegó una tormenta de verano huracanada, en los mercados de deuda, en las Bolsas, en las divisas y en general en todos los mercados, que obligaron a los líderes a ir más allá. El pasado jueves pusieron negro sobre blanco la nueva "solución definitiva", y la historia se ha repetido: dos días plácidos y, tras el anuncio de referéndum en Grecia, el huracán. En realidad, el jueves no hubo tal solución definitiva, sino una patada hacia adelante: los cimientos del acuerdo estaban puestos pero faltaban multitud de detalles. Entre esos detalles, las nuevas medidas de ajuste para Grecia. Y los griegos no parecen dispuestos a más sacrificios, como ha acabado asumiendo el propio primer ministro.

Y a todo esto, la banca española ¿no era la que peor estaba? La recapitalización bancaria cayó como un mazazo para la gran banca española: necesita 26.000 millones, una cuarta parte de lo que requieren los grandes bancos europeos, solo ligeramente por detrás de los griegos, que están prácticamente quebrados. Se suponía que el castigo sería mayor para los bancos que tienen más exposición a deuda soberana de los países con problemas: las entidades alemanas y las francesas. Pero la banca germana y la gala solo necesitan 5.000 y 8.000 millones, respectivamente. Con el incendio en los mercados, llega la prueba del algodón de los inversores. Hoy cae con fuerza todo el sector bancario. Pero unos más que otros: en Francia, Italia y Alemania, varios bancos caen más del 10%. En España, entre el 5% y el 6%.

Un referéndum decidirá el futuro del pacto sobre las medidas de rescate y la quita sobre la deuda griega. Así lo anunció ayer el primer ministro heleno, Yorgos Papandreu, durante su intervención en la sesión del grupo parlamentario de su partido (el socialista Pasok).
"Ha llegado la hora de que el pueblo griego decida el gran sí o el gran no".

Según lo acordado, la quita consiste en que Grecia podrá dejar de pagar hasta el 50% de los títulos de deuda que le compraron los bancos, en su mayoría franceses y alemanes. Faltan por concretar los detalles.

Papandreu señaló que "ha llegado la hora en la que el pueblo griego debe decir el gran sí o el gran no", indicando que el referéndum es el mayor acto de democracia y patriotismo. "Es hora de que el pueblo griego responda si realmente quiere aprobar lo acordado en Bruselas, o no. Si el pueblo vota que no, no se aprueba nada", subrayó el dirigente. Anunció, además, que en sus planes se incluye pedir el voto de confianza del Parlamento.

El éxito del referéndum dependerá de cómo se formule al pueblo griego la pregunta sobre la quita y el rescate del país. Se convocará probablemente a finales de noviembre o a mediados de diciembre, cuando el nuevo plan de rescate estaría preparado para entrar en votación en el Parlamento. Es el segundo referéndum que se convoca desde que comenzó el periodo denominado de la Transición en 1974.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, hablará hoy con la canciller alemana, Angela Merkel, por la decisión de Grecia de realizar un referéndum sobre el rescate de la Unión Europea.

Se espera que el plebiscito de Grecia, que provocó el desplome de los mercados en Europa, se lleve a cabo en unas pocas semanas en medio de la incertidumbre por el rescate.

Una fuente cercana al Gobierno francés ha asegurado que Sarkozy ha citado a sus principales ministros para discutir la decisión griega, que golpeó a los bancos franceses con especial dureza. "Solo le hemos echado gasolina al fuego y no entendemos para nada la decisión del primer ministro griego", reconoció Marc Touati, economista jefe de Assya Compagnie Financiere en París.

"Si hay un referéndum, el 'no' va a ganar. Grecia está en un juego suicida que podría llevar a su salida de la zona euro, por lo que hay temor en los bancos franceses, pero también sobre los estados (de la zona euro)", agregó.

Las acciones del banco francés Societe Generale se hundían un 13 por ciento, y las de BNP Paribas y Credit Agricole caían más del 10 por ciento. Estas son las entidades más expuestas a la deuda de Grecia.

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