Publicado por Pais Vasco - Juan - 30 agosto, 2011
Un sabio llegó a la ciudad.
La gente no daba importancia a sus palabras y se reían de él.
Un dia, mientras paseaba por la ciudad, un grupo de hombres y mujeres empezó a insultarlo.
En lugar de fingir que ignoraba lo que sucedía, el sabio se dirigió hacia ellos y los bendijo.
Uno de los hombres comentó:
¿Es que estamos, además, ante un hombre sordo?, gritamos cosas horribles y ¡él nos responde con bellas palabras!
Cada uno de nosotros sólo puede ofrecer lo que tiene, fue la respuesta del sabio
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